Un estilo de vida saludable es una buena manera de apoyar a tu sistema inmunológico, que para funcionar bien necesita equilibrio y armonía.
- Come una dieta equilibrada, suficiente y rica en frutas y verduras. Abajo las recomendaciones.
- Haz ejercicio regularmente. El ejercicio ayuda a tu cuerpo a combatir infecciones y promueve una correcta circulación, lo que permite que las células y las sustancias relacionadas con el sistema inmune se muevan libremente por todo el cuerpo y hagan su trabajo de manera eficiente. Además el ejercicio mejora la salud cardiovascular, disminuye la presión arterial, ayuda a controlar el peso corporal y protege contra una variedad de enfermedades.
- Reduce tu estrés, relájate, piensa positivo y respira. El estrés y la ansiedad disminuyen las defensas y debilitan al sistema inmune.
- Duerme bien: La falta de sueño provoca efectos negativos sobre el sistema inmune. El sueño es un factor importante para equilibrar todos tus sistemas. así como para la reparación y producción de glóbulos blancos, encargados de proteger al organismo.
- Mantén un peso saludable.
- Si bebes alcohol, bebe sólo con moderación.
- Evita fumar.
- Toma medidas para evitar infecciones, como lavarse bien las manos con frecuencia y cocinar bien las carnes.
Centrarse en una dieta nutritiva puede ayudar a reducir la frecuencia con que nos enfermamos y el tiempo que estamos enfermos.
La nutrición juega un papel clave en el buen funcionamiento de nuestro organismo. Consume diariamente una dieta variada y equilibrada, para asegurar el aporte de todos los macro-nutrimentos (carbohidratos, proteínas y grasas) y todos los micro-nutrimentos (vitaminas y minerales y antioxidantes), entre más variedad mejor, elige diferentes tipos y colores de alimentos en cada tiempo de comida.
En la mayoría de los casos una dieta correcta no requiere suplementación.
- Incluye en cada tiempo de comida frutas y verduras, incluye ajo, hongos, cebolla, frutas cítricas, verduras de colores vibrantes, verduras de hoja verde, etc.
- Varia entre carne, pescado, pollo y leguminosas.
- Prefiere cereales integrales, como quinoa, arroz integral, avena, etc.
- Incluye de forma variada nueces, almendras, pistaches y semillas como la chía, linaza, semillas de calabaza, etc.
Micro-nutrimentos relacionados con el sistema inmune: Zinc, Vitaminas A, C, E, complejo B y vitamina D.
La vitamina D es liposoluble y desempeña un papel clave en casi todas nuestras funciones fisiológicas. Como regulador del sistema inmunológico, la vitamina D es absolutamente vital. Es la única vitamina que el cuerpo puede producir. Aunque hay muchas formas de vitamina D, los dos tipos más comunes son la vitamina D3 y la vitamina D2.
La exposición de tu cuerpo a la luz solar es la forma más sencilla de obtener vitamina D, tu cuerpo la produce naturalmente. Sin embargo, la cantidad de sol que obtienes para satisfacer tus necesidades de vitamina D varía enormemente dependiendo de tu ubicación, la estación, tu tipo de piel, la hora del día, la contaminación del aire, las partes que tengas expuestas de tu cuerpo y la edad. Si no estas obteniendo suficiente luz solar, puedes preguntar a tu médico o nutriólogo la opción de tomar un suplemento, sobre todo en los meses de invierno si es que vives en un lugar donde hay poco sol.
Los alimentos fuentes de vitamina D incluyen el salmón y el atún (incluido el atún enlatado), así como las yemas de huevo.
Algunos estudios demuestran que el Jengibre y la Cúrcuma (Turmeric) pueden apoyar al fortalecimiento del sistema inmune.
El jengibre es un excelente antiinflamatorio, tiene actividades expectorantes, antitusivas y antibióticas, además mejora la circulación. La cúrcuma también es un poderoso antiinflamatorio y antioxidante.
Otras recomendaciones para mejorar tus sistema inmune:
- Evita al máximo alimentos procesados y azúcar, hace una gran diferencia en tu sistema inmunológico.
- Consume probióticos.
Los probióticos son bacterias “buenas” que forman parte de nuestra flora bacteriana y juegan un papel importante para la salud del tracto gastrointestinal y para fortalecer el sistema inmunológico. Los probióticos se encuentran en alimentos lácteos fermentados, como yogurt, kefir, kombucha, kimchi, sopa miso, etc.
El consumo de estos alimentos probióticos, junto a una dieta equilibrada rica en fibra ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.

Adriana Ugarte
Nutrióloga
Educadora en Diabetes
IIN Health Coach
Life power yoga teacher